Las escenas de colas de ambulancias en el Hospital Cervello de Palermo, con pacientes contagiados por Covid-19 a bordo, son conocidas por todos, también por aquellos que, aún, continuan a creer que se trate de una puesta en escena mundial orquestada por algún poder oculto. Son los mismos que llamaron nazi a la doctora Tiziana Maniscalchi, directora del Servicio de Urgencias del Hospital Cervello, tras la publicación de un post en el cual invitaba no bajar la guardia en la lucha contra el virus, y que reportamos integramente en EmmeReports: “¡Volvemos a escribir! Neumonías gravísimas con pocas esperanzas de supervivencia en pacientes no vacunados, incluso en ausencia de otras patologías. Es realmente triste suicidarse de esta manera. Es una pena agotar nuestro sistema sanitario por lógicas irracionales. Ya hay casi 200 ingresados en el Hospital Cervello. Queridos no vacunados: en este momento, quedaos en casa para evitar contraer una infección que para vosotros sería, probablemente, mortal. Y vosotros, vacunados: poneos la tercera dosis, que protege y hace la enfermedad soportable. Una vez en urgencias ya es demasiado tarde para repetirlo.”
La doctora Maniscalchi no ha parado ni un momento desde que los contagios de Covid-19 han vuelto a aumentar. Asi como, todas las mujeres y los hombres que, con EPI y mascarillas, intentan arrebatar a la muerte los cientos de pacientes que están llegando al hospital palermitano.
“La situación es absolutamente crítica, sobre todo porque, al interno del servicio de Urgencias, hay pacientes muy graves que será muy difícil devolver a sus casas”, ha declarado da directora. “Hemos mandado a casa a todas las personas que hemos podido y ahora tenemos que seguir afrontando la emergencia con pacientes muy graves. Así que, claramente, además del espacio físico necesario para tener a los pacientes, tenemos la responsabilidad de atender pacientes extremadamente exigentes desde un punto de vista médico.”
La doctora Maniscalchi declara que, entre los pacientes que llegan en las ambulancias, hay tanto vacunados como no vacunados contra el Covid-19, sobre todo aquellos a los que se añaden otras enfermedades como cardiopatías, diabetes, pacientes oncológicos o ancianos, cuyas expectativas no son muy prometedoras.
“La vacuna no es la panacea porque siempre hemos sabido que las vacunas no pueden proteger al 100%”, afirma. “No es la solución a todo pero, seguramente, sí ayuda a disminuir los ingresos en la UCI y la mortalidad, que serán altísimos. Aún no hemos llegado al pico y, de continuar así, será peor que en 2020.”
Mientras el gobierno regional aplaza durante tres días la reapertura de las escuelas para valorar el desarrollo de la emergencia sanitaria, quien se mueve por los pasillos de la UCI no tiene dudas de qué se debería hacer. “Tengo una visión completamente parcial. Como médico, estoy a favor de las restricciones”, declara Maniscalchi. “Nosotros vemos cómo están los pacientes. Decidir si la gente puede irse de vacaciones o cómo debe ser la vuelta a la escuela no es de mi competencia. Lo que yo veo es algo mucho más grave. Yo creo que, para irse de vacaciones o a la escuela, hay que estar bien. Si no se está bien no se puede hacer nada. No se puede comprar nada, no se puede ir a un restaurante, ni a la escuela, ni de vacaciones. Mi posición es radical porque soy médico de urgencias y en lo único que puedo pensar es en los pacientes que están mal.”
Se percibe el cansancio y la frustración de los médicos y de todo el personal sanitario que, desde hace dos años, combate en primera línea el Covid-19.
“Lo único que puedo decir a los palermitano es que ya está todo dicho. Los datos son los que son. Por desgracia, cada uno verá el resultado de su decisiones personales, de las cuales los pacientes más frágiles pagarán las consecuencias.”
Di Francesco Militello Mirto & Victoria Herranz – EmmeReports